El viento helado le corta las mejillas y se abrocha la campera. Desbloquea el teléfono sin pensar y recorre la modesta agenda telefónica. Su cara, su sonrisa más bien como primer contacto.
¿Que estás escribiendo, recordó. “La lista del súper, faltan un par de cosas”. Pucha, yo pensé que era un poema para mí. Su beso furtivo, preludio de.
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