“El viento es libre en la tierra plana, gobierna a su antojo los pastos, las nubes, los hombres. Si nace con el sol, lleva agua, tormentas y fortunas adversas para sus habitantes.
Cuentan los pampas que Gualichu pierde el sueño y su aliento caliente invade las tolderías, arrastrando la arena que irrita los ojos. A veces libera lágrimas de amores no correspondidos, nostalgia de soles viejos con correrías memoriosas, sudores y aguardiente áspero quemando la garganta.
Es el pampero. El dueño de la tierra, el amigo del desierto que mueve las arenas y obliga a correr los toldos. Cada mudanza es una aventura, la búsqueda de nuevas tierras tiene el sabor del desconcierto, de los caprichos de la llanura y los espíritus silbadores”.
(Fragmento de “La tierra plana”. La foto es de una tormenta de arena en Metileo, provincia de La Pampa)