Por lo general, me conformo con escribir mentalmente. Es más fácil. En la cabeza, todo se desarrolla sin dificultades. Pero, tan pronto uno empieza a escribir, las ideas se transforman, se deforman, y todo deviene falso. Por culpa de las palabras.
Agota Kristof, «Ayer», edición digital. Traducción de Manuel Percira.
Maravilloso! pone en palabras lo que me pasa…
Lenguaje, herramienta imperfecta…
Gracias por leer y comentar. Saludos.