«Todo comienza con el desasosiego, cuando uno siente que llegó el momento de empezar a chapotear y después internarse medio a ciegas en el oscuro mar de las palabras. En ese mar, en donde el que va a escribir se interna con esperanza pero también con desconsuelo, de a ratos buceando y de a ratos sobrenadando, nada es clasificable: hay palabras como peces, algunas oscuras, otras luminosas, pero también otras que son a la vez oscuras y luminosas, y algunas, pesadas, que se vuelven aéreas cuando otra las toca. Con esos peces se irá haciendo el texto. El que escribe bucea y atrapa, o no atrapa, y vuelve a la superficie, donde amasa, ordena, construye, discurre, y se vuelve a sumergir. Y el texto se va armando con ciertos peces y no con otros, con las palabras en cierto orden. Y cada orden con su constelación de significados, su profunda e irremediable polisemia».
Polisemia
Graciela Montes, “El corral de la Infancia”
Imagen libre de Pexels
Y serán los lectores los que definan, cada cual el suyo, los significados de las palabras elegidas o autoimpuestas.
Ando reconociéndome en ese desasosiego, pero sin lograr atrapar los peces necesarios para vencerlo…
Un beso, Horacio
Me gusta Graciela Montes. Escribe tan simple como no es fácil hacerlo.
Buscaba textos sobre gatos cuando encontré varios relatos infantiles suyos y alguna que otra entrevista. Recuerdo una frase: "Una lee tanto que después no le queda otra que escribir…" Algo así.
Me gusta Graciela Montes.
Ese mar es inmenso y cada día que pasa ame parece más hermoso.
Saludos.