¿Regresarán alguna vez?
¿O seguirán en retirada, en prudente silencio?
Aquí se las espera.
Mientras tanto, se lee: «CUIDADOS PALIATIVOS: NUNCA ES DEMASIADO PRONTO PARA LLAMAR, decía un cartel junto a una cafetería en lo que constituía el centro comercial de la localidad. Junto a ella una señal de tráfico decía: ATENCIÓN: FIN DE LA VÍA. El surrealismo no podía inventarse. Era la auténtica electricidad de lo real» (1).
A la espera de las palabras.
(1) Del cuento «Alas», de Lorrie Moore, en «Gracias por la compañía», edición digital.