Lo primero que vi fue la botella plástica con agua y detergente. Luego la mochila. No eran más de las siete de la mañana.
La voz me sorprendió. “Pensé que ibas a cerrar la ventanilla, no quise asustarte”, dice. “No te preocupes”, repliqué.
“Gracias. Vivo en situación de calle y trato de darle para adelante. ¿Sabés que mucha gente mira para otro lado cuando me acerco? Apenas me ven, se hacen los que consultan el celular, o me dan vuelta la cara, como si fuera a robarles. Si pensara eso, no estaría trabajando”, argumenta y me muestra la escobilla.
“Otras veces levantan el vidrio y miran para adelante, como si no existiera o no estuviera acá. Cuídese y que tenga un buen día, hay muchos locos en la ruta”.
(Palabras más, palabras menos, lunes 13 de marzo).
Y me recordó a otro texto:
Hay muchos locos en la ruta, sí, y la mayor parte de las veces no son los que creemos.
Besos, Horacio
Gracias por leer y comentar. Abrazo.