hay una estrella en tu espalda
y el perfume que lleva la sombra en el aire
un viento mueve apenas
las espumas que la marea entre algas
deja a los pies de las vírgenes
un desierto mece en las orillas
el canto de los océanos
bajo nubes de tormenta
tanguito
al oeste de tus pezones
al oeste
no hay nada más que tu perfume
el aire que dejaste
al irte tras las nubes
al sur de tu cabellera de agua
y sin tus ojos
descubren las manos del ciego
la extensión de la sombra
es el viento, y la fragancia del
durazno, y los sonidos
que se llevaron la música al oeste
al oeste de tus pezones
ya no hay nada
ni las nubes
en tu perfume
no hay dolor parecido
a la ausencia
De Poetas de Neuquén en La Habana, Neuquén, Con Doble Zeta, 2015
dos gatos andan al sol
en la pared medianera
un perro
come de la mano
de una muchacha
hay sol, dicen
y el aire vuelve
a los pulmones
tras el mal sueño
en desuso
las manos, la luz
polvorienta
en el viento
en fuga
el río menguado, sin pájaros
nubes peregrinas
sol entre
piedras, arenas
inútiles cuarzos
también
en desuso
los duraznos, los pocos que quedan
al regreso
extienden las palabras breves este desayuno
la piel apenas
dulce, la pulpa perfumada
el diálogo que termina
el sol irrumpe sin piedad, paralelo
a las hojas caídas por el calor
al polvo que las cosas cargan
ahora nadie habla
ella mira con tristeza
la calle vecina a la ventana
y no hay nada que recuerde
la noche, los gritos en la madrugada
sus gemidos, ese dolor
ese pequeño placer
no habrá ya canciones ni
poemas de macho
que atrae a la hembra
estarán congeladas las galaxias
y todas las estrellas
con su luz fría en la noche de invierno
no, la hembra habrá olvidado
su oficio
y el macho también: habrá
renunciado y
sin posesión ni
conquista
ni seducción
la carne apenas sobrevivirá
al recuerdo
de cierto ardor
el dulce de frambuesas
tres frascos había
en su casa
los vi
ahí estaban
y yo, nada
¿cuándo? ¿el verano
próximo tal vez?
no sé, espero
entre árboles floridos
y jazmines
duros, densos en el aire caliente
los pasos lentos
del tiempo, esa sensación
de vacío
que nunca se va
ni con el dulce
recién hecho
De el dulce de frambuesas, inédito
Gerardo Burton nació en Buenos Aires en 1951. Reside en Neuquén desde 1986.Es periodista especializado en economía y en cultura. Publicó varios libros de poesía y de artículos periodísticos. Edita plaquetas y afiches en forma artesanal y no comercial, fundamentalmente con textos poéticos de autores y autoras de la Patagonia. Condujo programas radiales de humor político y de difusión de literatura y música. Actualmente difunde la producción literaria patagónica en una columna semanal de radio y escribe en el portal www.vaconfirma.com.ar. Aprende pintura y gestiona los sitios www.lacebolladevidrio.blogspot.com y www.larosadearena.blogspot.com.
Gracias a Gerardo por sumarse a esta propuesta y por los versos inéditos.
Me ha encatado leer esta poesía, los diversos poemas. Qué sensibilidad.
Un abrazo