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Solos en América. Es ese disco y no otro el que me recuerda a vos. También el aroma de una crema que identificaría tiempo después. Curiosos los recuerdos.
Si lo pienso, más de una vez estuve atravesado por Miguel Mateos. Cómo no repetir hasta el hartazgo En la Argentina hacen falta huevos o Puedo acabar con el machismo argentino, ya lo vas a ver, ya lo vas a ver.
Pues siguen faltando huevos, y del machismo… qué contarte.
Si levantara la vista, tendrías esa mirada. Me pregunto quién empezó el fuego. No lo sé. Sí que evocarte es una suerte de crueldad apelmazada.
Una posdata, la primera. Si este audio tiene pausas, son las propias de quien habla al vacío y te busca en ese vacío. Y sí. Pero conocés mi manía de registrarlo todo. Los sonidos dicen más de lo que oímos.
Sabés cómo es la ansiedad, al menos la mía. Desde que se lanzó la convocatoria, dormí poco y nada. Te confieso que tengo mis dudas de que esta movilización masiva —porque lo será— sirva de algo, más allá de una catarsis necesaria. Pero bueno. Bienvenida sea.
De nuestro grupo queda poca gente. Varios emigraron luego del noviembre funesto. Yo pensaba que exageraban, no va a hacer todo lo que dice y esas mentiras que dijeron varios. Pero viene por todo.
El café se enfrió. Nunca fui muy extrovertido. Adivino que criticarías mi oufit: remera larga, babuchas, un colgante con sus tonalidades en azul, rosa y blanco, que, seguramente, contrastarían con todo tu fulgor.
Segunda posdata: me encantaría que estuvieras aquí. De más está decirte que no termino de amigarme con este mundo cada día más atroz. «¿Y desde cuándo nos fue fácil? Pera en alto. Hay que devorarse el mundo, bebé». Casi que puedo oírte.
Afuera, ya se escuchan los primeros sonidos de la más maravillosa música. Puedo ver desde la ventana de este bar las primeras pancartas. Mucho colorido y alegría. Gente suelta. El arcoíris de las diversidades.
Llamo al mozo y pago. Me sonríe como si hubiera más que amabilidad en esa sonrisa. Devuelvo el gesto.
—Mucha gente, ¿No?
Asiento y salgo a la calle. Apago el grabador, al menos un rato, el que deambularé por ahí reconociéndote en otras miradas.
Pera en alto.
Publicado en Plan B Noticias – Foto: Revista Sudestada.