Desear para sentirse vivo.
Últimamente, las lecturas van por los deseos. Pulsiones de vida, resistencias posibles —pienso en otra palabra menos bastardeada que todavía no se arrima— contra las pulsiones de muerte que impulsan una desintegración social.
Estrategias y pequeños deseos. Contra lo ordinario.
Contra lo ordinario
Nadie ha podido demostrar hasta ahora
de manera fehaciente
que los pequeños deseos
son más fáciles de conseguir que los grandes.
Solo se ha podido demostrar
de manera fehaciente
que son más numerosos.
El poema es de Cristina Peri Rossi, en «Estrategias del deseo», edición digital.