De aquella época quedó la brisa sobre la cara, el agua y el humo de los cigarrillos. Sobran canciones y el empeño por espiar de reojo a la vera del camino (la imagen es de Fresán, creo) intuyendo que es imposible reconstruirlo todo.
Si de certezas hablamos, solo el rechazo.
Como suele suceder con lo nuevo, hubo un periodo de deslumbramiento, soñar de a dos en un mundo donde es difícil coincidir, hasta que el espejismo se hizo trizas y quedaron los cristales que pisamos en el suelo.
Con ellos las heridas, la desconfianza en el mar, las palabras que alguna vez escribí (y las que no). Mi naufragio y la indiferencia, la intensidad de tu mirada como salto a lo posible. Demás está decir que no había vuelto a la ciudad, hay lugares donde es difícil el regreso.
Los pasos me arrastraron a nuestra playa, muy cambiada, por cierto. La roca está cubierta por el agua pero persiste el humor de las olas, el aire salado y el murmullo del oleaje, reconciliaciones imprescindibles para esta tarde de invierno.
(Aproximaciones al mar I y II, están en “Alivio por la ferocidad”, que podés descargar gratis,de este enlace).
Imagen: Pixabay
Porque todo tiene que ver con todo. Terminé de publicar este texto y leí esta entrada en Emma Gunst
https://emmagunst.blogspot.com/2018/11/leonor-maucevin-2-poemas-2.html
me has encantado como describes los momentos ya que cada palabra que creamos tiene su significado.abrazo desde Miami
Prosa brillante. Los tres últimos párrafos me conmovieron, desde cierta identificación…
Abrazos.
… reconciliaciones imprescindibles para esta tarde de invierno.
Regresar a los lugares difíciles, sobre todo cuando son lugares de la memoria, nos permite recontarnos la historia. Con el tiempo tendemos a reinterpretarla y eso es un regalo para el alma, pues abre la posibilidad de ver el lado amable de aquello que tanto nos dolió. ¿Habrá otras certezas? ¿Será que ni siquiera el rechazo es una?
Bello, como todo lo que escribes, Horacio
Un beso grande
He de darte las gracias por visitarme, ya que así he podido conocer tu escritura. Me gusta tu estilo, como lo cuentas y lo qué cuentas. Felicidades.
Casualmente leo también literatura japonesa en estos momentos, Haruki Murakami. Quizá siga tu recomendación con el Quinteto de Nagasaki
Saludos
i
El murmullo de las olas describen la partitura de tu prosa.
Preciosa entrada e imagen.
Un beso.
Siempre las playas están cambiadas. La erosión hace lo suyo, pero por sobre todo, el recuerdo cambiante
Abrazos!
Es un placer releer estas aproximaciones, Horacio. No dejas de despertar mi admiración.
Gracias por facilitarnos el camino.
Un beso grande