Poco a poco, Substack se ve haciendo el lugar donde leer, apearse al costado del camino. Tanto que abrí una página, para replicar textos de este espacio y escribir nuevos, una suerte de retroalimentación en ambos cuadernos virtuales.
Para quienes no lo conocen, Substack te permite armar un blog y, además, suscribirte a los newsletter que te interese y recibirlos en tu casilla de correo. Como recién iniciado voy sumando unos y descartando otros, aprendiendo al andar.
Lo bueno es que hay cada vez más lectores en español de las temáticas más variadas: género, medioambiente, literatura por supuesto, poesía, política, narrativa, tecnología, y la lista sigue.
Mi cuarta publicación fue una reescritura de un texto que ya estaba aquí.
Si no conocés la plataforma, te invito a darte una vuelta.
Nos leemos
Creo que me suscribí. Veré cómo se da la cosa a futuro, aunque por ahora no me ha parecido muy amigable.
Espero que sigas también por aquí.
Besos
Hola Alís, por supuesto. Esta es mi casa principal.
Abrazo